Hay sabores que evocan memorias. El aroma del jengibre en una infusión caliente, el toque reconfortante de la manzanilla antes de dormir, o la fragancia del hinojo después de una comida copiosa. Durante siglos, las culturas alrededor del mundo han recurrido a estas hierbas aromáticas para aliviar malestares digestivos, mucho antes de que la ciencia pudiera explicar por qué funcionaban.
Hoy, la investigación científica no solo ha validado esa sabiduría ancestral, sino que ha revelado algo fascinante: cuando estas hierbas se combinan con probióticos, se genera una sinergia que potencia los beneficios para la salud digestiva. Es como si cada ingrediente amplificara el efecto del otro, creando un dúo poderoso para el bienestar intestinal.
Lo que revela la ciencia más reciente
Un amplio umbrella review publicado en Nutrition Reviews en marzo de 2025 analizó 175 ensayos clínicos provenientes de 58 meta-análisis para evaluar las intervenciones nutricionales en personas con síndrome de intestino irritable. Los resultados fueron reveladores: intervenciones naturales como la fibra soluble y ciertos extractos herbales lograron mejorar significativamente los síntomas digestivos. Además, los probióticos mostraron evidencia moderada de reducir el dolor abdominal, uno de los síntomas más incapacitantes de los trastornos gastrointestinales.
Lo interesante de estos hallazgos es que no se trata de elegir entre hierbas o probióticos, sino de entender cómo trabajan juntos. Mientras los probióticos equilibran la microbiota intestinal y fortalecen la barrera digestiva, las hierbas aromáticas aportan compuestos que relajan los músculos del tracto gastrointestinal, reducen la inflamación y estimulan la producción de enzimas digestivas.
Jengibre: el gran aliado contra la indigestión
El jengibre (Zingiber officinale) ha sido utilizado durante milenios en la medicina tradicional china para apoyar la función digestiva. Una revisión sistemática publicada en Clinical Nutrition Open Science en febrero de 2025 confirmó que una dosis diaria de jengibre puede ser beneficiosa para reducir la dispepsia (indigestión), los trastornos intestinales y la sensación de malestar gástrico.
Un ensayo clínico multicéntrico de 2025 publicado en Food & Function demostró que el extracto de jengibre mejoró significativamente las puntuaciones en la escala de síntomas gastrointestinales (GSRS), incluyendo dolor abdominal, estreñimiento, indigestión y reflujo. Los participantes también reportaron mejoras en su calidad de vida general.
Los gingeroles y shogaoles, compuestos activos del jengibre, ejercen efectos antiinflamatorios y procinéticos, es decir, estimulan el movimiento natural del tracto digestivo. Esta acción es particularmente valiosa porque ayuda a que los alimentos transiten adecuadamente, previniendo la sensación de llenura excesiva y el malestar después de comer.
Manzanilla: calma natural para el sistema digestivo
La manzanilla (Matricaria chamomilla) es quizás una de las hierbas más reconocidas para el bienestar digestivo. Sus compuestos, especialmente los flavonoides y las lactonas sesquiterpénicas, le confieren efectos antiespasmódicos y antiinflamatorios que ayudan a calmar el tracto gastrointestinal.
Un ensayo clínico comparó una preparación herbal que incluía manzanilla con un medicamento convencional para colitis ulcerativa, encontrando resultados comparables en el mantenimiento de la remisión. La manzanilla actúa relajando los músculos lisos del intestino, lo que alivia los calambres y espasmos que frecuentemente acompañan los trastornos digestivos.
Hinojo, anís y el poder de las semillas aromáticas
El hinojo (Foeniculum vulgare) y el anís son tradicionalmente utilizados para aliviar los gases, la hinchazón y los cólicos intestinales. Sus aceites esenciales, ricos en anetol, ejercen un efecto carminativo, es decir, ayudan a expulsar los gases acumulados en el tracto digestivo y previenen su formación.
Otras hierbas como el tomillo, el orégano y la albahaca poseen propiedades antimicrobianas que apoyan el equilibrio de la flora intestinal. El eneldo y el perifollo, por su parte, estimulan la secreción de jugos gástricos favoreciendo una digestión más eficiente. La raíz de regaliz destaca por su efecto protector sobre la mucosa gástrica, mientras que el saúco contribuye con propiedades diuréticas y depurativas.
¿Por qué la combinación de hierbas y probióticos funciona mejor?
La respuesta está en la complementariedad de mecanismos. Los probióticos trabajan a nivel de la microbiota, colonizando el intestino con bacterias beneficiosas que compiten con los patógenos, producen ácidos orgánicos que mantienen un pH saludable, y fortalecen la barrera intestinal. Las hierbas, por su parte, actúan sobre el músculo liso, las secreciones digestivas y la inflamación.
Cuando se combinan, ocurre algo notable. Los extractos de hierbas pueden actuar como prebióticos, proporcionando sustratos que alimentan a las bacterias probióticas y favorecen su crecimiento. Al mismo tiempo, los probióticos pueden potenciar la biodisponibilidad de ciertos compuestos herbales, haciendo que sus efectos sean más pronunciados. Es una relación de beneficio mutuo que se traduce en una digestión más equilibrada y confortable.
Cómo incorporar esta sinergia en tu rutina
Aprovechar los beneficios de esta combinación no requiere preparaciones complicadas. Lo esencial es buscar productos que integren ambos componentes de forma natural. Los probióticos fermentados con extractos de hierbas aromáticas representan una forma práctica de obtener esta sinergia en un solo producto.
Es recomendable mantener la consistencia en el consumo, ya que los efectos sobre la microbiota y la función digestiva se acumulan con el tiempo. La mayoría de los estudios que han mostrado beneficios significativos utilizaron períodos de suplementación de al menos cuatro a ocho semanas.
Una tradición que la ciencia respalda
La combinación de probióticos y hierbas aromáticas no es un concepto nuevo. De hecho, productos como Vita Biosa Probiótico llevan años aplicando este principio, combinando 8 cepas de bacterias ácido lácticas con extractos de 19 hierbas aromáticas y medicinales. Entre ellas se encuentran el jengibre, la manzanilla, el hinojo, el anís, el tomillo, el romero, la albahaca, el orégano, la hierbabuena, el eneldo, la salvia, el saúco, la angélica y la raíz de regaliz, entre otras. Esta formulación, desarrollada en Dinamarca y disponible en Colombia, integra precisamente la sinergia que la investigación científica actual está validando.
El proceso de fermentación utilizado en este tipo de productos es particularmente relevante, ya que permite que las bacterias probióticas interactúen con los extractos herbales durante su desarrollo, generando además postbióticos como ácidos orgánicos que aportan beneficios adicionales para el tracto digestivo.
Para quienes buscan un enfoque natural para el cuidado digestivo, la combinación de probióticos con hierbas aromáticas representa una estrategia respaldada tanto por la tradición como por la ciencia contemporánea. Puedes conocer más sobre estas opciones en biosacolombia.com
Fuentes científicas
- Zeraattalab-Motlagh, S. et al. (2025). Nutritional Interventions in Adult Patients With Irritable Bowel Syndrome: An Umbrella Review of Systematic Reviews and Meta-analyses of Randomized Clinical Trials. Nutrition Reviews, 83(3), e1343–e1354. https://doi.org/10.1093/nutrit/nuae107
- Clinical Nutrition Open Science (2025). Ginger’s nutritional implication on gastrointestinal health. https://doi.org/10.1016/j.nutos.2025.02.004
- Baek, H.I. et al. (2025). Efficacy and safety of steamed ginger extract for gastric health: a randomized, double-blind, placebo-controlled multi-center clinical trial. Food & Function, 16(18), 7316-7329.
- PMC (2025). Functional Foods and Nutraceuticals in Irritable Bowel Syndrome. PMC11943262
- Nikkhah Bodagh, M. et al. (2019). Ginger in gastrointestinal disorders: A systematic review of clinical trials. Food Science & Nutrition, 7(1), 96-108.
- Srivastava, J.K. et al. (2010). Chamomile: A herbal medicine of the past with bright future. Molecular Medicine Reports, 3(6), 895-901.
Nota: Esta información es de carácter educativo y no sustituye el consejo médico profesional. Consulte con su ginecólogo o médico de confianza antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente durante el embarazo o lactancia.
