Las épocas de lluvias unidos con las jornadas escolares trae consigo una preocupación compartida por miles de familias colombianas: las infecciones respiratorias que parecen propagarse de salón en salón. Gripas, resfriados y malestares que no solo afectan el bienestar de los niños, sino que se traducen en días de colegio perdidos, citas médicas y estrés familiar.
La buena noticia es que la investigación científica de 2025 ha arrojado datos prometedores sobre una estrategia complementaria para fortalecer las defensas infantiles: los probióticos.
Lo que revelan los estudios más recientes
Una revisión sistemática publicada en Frontiers in Pediatrics en enero de 2025 analizó múltiples ensayos clínicos sobre el uso de probióticos en niños con infecciones respiratorias recurrentes. Los hallazgos son significativos: la suplementación con probióticos demostró reducir tanto la frecuencia como la severidad de estas infecciones, además de disminuir el uso de antibióticos en poblaciones pediátricas.
Otro estudio de 2025 publicado en Frontiers in Nutrition reportó que ciertas cepas probióticas, como Lactobacillus rhamnosus, pueden reducir la duración de infecciones respiratorias en niños en aproximadamente 0.78 días, una diferencia que, acumulada a lo largo del año, representa varios días menos de enfermedad.
Menos visitas al médico, más días en el colegio
Un meta-análisis que incluyó datos de 1,805 niños encontró resultados contundentes. Los niños que recibieron probióticos mostraron una reducción del 24% en la incidencia de otitis media (infecciones de oído), una disminución del 38% en infecciones respiratorias superiores y un 20% menos de tratamientos con antibióticos.
Estas cifras se traducen en beneficios tangibles para las familias: menos ausencias escolares, menos días de trabajo perdidos por los padres para cuidar niños enfermos, y una reducción en el uso de medicamentos que, aunque necesarios en ocasiones, pueden tener efectos secundarios en el delicado sistema digestivo infantil.
¿Cómo funcionan los probióticos en las defensas infantiles?
Los probióticos actúan a través de varios mecanismos que la ciencia ha ido desentrañando. Primero, fortalecen la barrera intestinal, esa primera línea de defensa que impide el paso de patógenos al torrente sanguíneo. Segundo, estimulan la producción de inmunoglobulinas, proteínas que actúan como “anticuerpos” naturales. Tercero, modulan la respuesta inflamatoria, evitando que el cuerpo reaccione de forma exagerada o insuficiente ante las amenazas.
Un ensayo clínico publicado en JAMA Network Open en marzo de 2025 demostró que cepas como Bifidobacterium lactis y Lactobacillus rhamnosus pueden reducir la duración de la fiebre en niños con infecciones respiratorias superiores, acelerando la recuperación.
Seguridad respaldada por la ciencia
Un aspecto fundamental que preocupa a los padres es la seguridad. Las investigaciones son tranquilizadoras en este aspecto. La revisión de Frontiers in Pediatrics señala que los probióticos son considerados seguros para uso pediátrico, con efectos adversos similares a los grupos placebo en los ensayos clínicos. No se han reportado eventos adversos graves asociados a su consumo en niños sanos.
Es importante, sin embargo, elegir productos de calidad que contengan cepas con respaldo científico y en cantidades adecuadas (medidas en UFC o Unidades Formadoras de Colonias).
Qué buscar en un probiótico para niños
No todos los probióticos son iguales. La evidencia científica respalda especialmente ciertas cepas para el apoyo inmunológico infantil. Cepas como Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus rhamnosus, Bifidobacterium lactis, Bifidobacterium longum, Lactobacillus casei y Streptococcus thermophilus han demostrado beneficios en estudios clínicos con poblaciones pediátricas.
Adicionalmente, los probióticos en formato líquido ofrecen ventajas para los más pequeños, ya que facilitan la administración y permiten ajustar las dosis según la edad. Los productos que combinan múltiples cepas (multi-cepa) pueden ofrecer beneficios complementarios al trabajar en sinergia.
Un aliado para las defensas de tu hijo
En Colombia, existen opciones de probióticos diseñados específicamente para la población infantil. Vita Pro Kids es una bebida probiótica que contiene 8 cepas de bacterias ácido lácticas, incluyendo Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium lactis, Lactobacillus rhamnosus, Bifidobacterium longum y otras cepas con respaldo científico, además de una mezcla de hierbas aromáticas. Su formato líquido permite adaptar la dosis según la edad del niño, desde lactantes hasta adolescentes.
Como libre de azúcar, lactosa y gluten, representa una opción para padres que buscan complementar la alimentación de sus hijos con probióticos de calidad. Puedes conocer más sobre este producto en biosacolombia.com.
Si quieres entender mejor cómo funciona la conexión entre el intestino y las defensas de tu hijo, te invitamos a leer: “¿Por qué mi hijo se enferma tanto? La respuesta está en su intestino”
REFERENCIAS CIENTÍFICAS
- Zhang, Y. et al. (2025). Advancements related to probiotics for preventing and treating recurrent respiratory tract infections in children. Frontiers in Pediatrics, 13. https://doi.org/10.3389/fped.2025.1508613
- Liu, S. et al. (2025). Research progress on the application of Lacticaseibacillus rhamnosus GG in pediatric respiratory diseases. Frontiers in Nutrition. PMC11885142
- JAMA Network Open. (2025). Probiotics and Fever Duration in Children With Upper Respiratory Tract Infections: A Randomized Clinical Trial. https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2831509
- Liu, S. et al. (2013). Lactobacillus rhamnosus GG supplementation for preventing respiratory infections in children: a meta-analysis. Indian Pediatrics, 50(4):377-81. (Meta-análisis con 1,805 participantes)
- Hojsak, I. et al. (2018). Probiotics for respiratory tract infections in children attending day care centers-a systematic review. European Journal of Pediatrics. PMID: 29752587
Nota: Esta información es de carácter educativo y no sustituye el consejo médico profesional. Consulte con su ginecólogo o médico de confianza antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente durante el embarazo o lactancia.
